Tardes con Margueritte

Titulo: Tardes con Margueritte
Titulo original: La tête en friche
Autor: Marie-Sabine Roger
Genero: Drama
Fragmentos:

"He decidido adoptar a Margueritte. Pronto celebrará su octogésimo sexto cumpleaños, más me vale no esperar demasiado, los ancianos tienen tendencia a morir."

 "Es gracioso, cuando miro a Margueritte, sólo veo a una abuelita de cuarenta kilos, arrugada como una pasa, un poco encorvada y con manos temblorosas, pero en la cabeza tiene miles de estanterías de libros, todos muy bien ordenados y numerados. Y no se nota que es inteligente. Bueno, que lo es tanto. Me habla con total normalidad, pasea por el parque, cuenta palomas, igual que hacen las personas corrientes.
No es nada pretenciosa.
Y eso que, según me ha dicho, cuando era joven, las mujeres no estudiaban esas especialidades. Sigo sin entender muy bien qué hacía investigando pepitas, ni para qué servía, pero trabajaba en laboratorios con microscopios, tubos de ensayo y probetas; sólo pensarlo me impresiona.
Eso y también que se pasa el día leyendo."

Reseña:
Germain tuvo una infancia difícil y como adulto la vida no le sonríe exactamente. Básicamente analfabeta, trabaja duramente y vive en un remolque en el fondo de la casa de su madre. Una tarde, mientras se dedica a contar las palomas del parque, tiene uno de esos encuentros que parecen imposibles y cambia su vida. Conoce a Margueritte, una anciana con su misma afición por contar pájaros, cuya amistad lo sumerge en el maravilloso mundo de las letras y poquito a poco lo ayuda a ver al mundo de una manera distinta.

Mi opinión:

Este es uno de esos libros que uno ve tan flaquitos y prometedores que no puede evitar pensar "¿Por qué no?"

Cuando lo vi y leí la sinopsis, estaba 100% segura de que iba a ser una de esas historias muy conmovedoras en las que uno termina inexorablemente llorando, pero no.
Es una historia muy bonita y, si bien tiene su buen nivel de drama, le falta un chiquitín más. El drama que la sinopsis y las primeras líneas nos prometen nunca llega y eso fue un poco decepcionante. ¡Quería mi drama! ¿Dónde quedó mi dramón? ¡Yo quería llorar, señora, llorar! jaja

Nuestro protagonista es un hombretón con cierto retraso que tuvo una vida dura y se crió sin afectos. A pesar de la forma vulgar -que raya lo desagradable, a veces- en la que se expresa, en el fondo es un hombre bastante tierno y tiene sueños bastante conmovedores. Además, tiene salidas e ideas muy infantiles y también  muy nobles, que hace que sea un personaje querible.

Margueritte, en cambio, no lo es tanto. A pesar de la influencia que gana sobre la vida de Germain y el cariño que este le profesa, la conocemos demasiado poco para desarrollar algún tipo de sentimiento por ella. Su situación puede llegar a darnos pena, pero no más que eso. Me gustó que sea una lectora empedernida, me gustó la forma en la que va puliendo a Germain de a poquito, pero no llegó a tocarme.

No hay mucho más que decir, es un libro muy corto. Una historia muy bonita, con un grado importante de ternura, aunque no especialmente memorable. Ideal para matar el tiempo una tarde de lluvia.

"Cuando era pequeño, mi madre me llamaba el imbécil feliz. 

Pero de feliz, nada de nada."