Titulo original: School of fear
Autor: Gitty Daneshvari
Genero: Comedia
Reseña:
A Theo, Madeleine, Lulu y Garrison les une solo una cosa: cada uno de ellos sufre de alguna fobia. Theo, por ejemplo, tiene miedo a la muerte y todo lo que implique sufrimiento, enfermedad, etc. Por eso siempre tiene un móvil con él y se pasa el día localizando a su numerosa familia para comprobar que siguen vivos. Madeleine, en cambio, tiene aversión a los bichos, especialmente arañas e insectos. Por eso, siempre lleva un velo y sus repelentes para asegurarse de que todo cuanto toca está desinfectado. Lulu tiene claustrofobia o, lo que es lo mismo, miedo a los espacios cerrados, especialmente a los ascensores, por eso siempre tiene que estar en habitaciones con ventanas. Y, por último, Garrison no puede ver el agua y por eso no sabe nadar; teniendo en cuenta que le encantan los deportes y que vive en Miami, donde el surf es una religión, su problema es grave.
Mi opinión:
Me reí tanto, tanto, tanto, TANTO con este libro.
Es una de esas historias infantiles que probablemente disfruten más los grandes que los chicos. Es tan cínico y sarcástico, que resulta una delicia para los mayores.
El estilo de Gitty me resultó una mezcla de J.K. Rowling con Lemony Snicket y unos toquecitos de Neil Gaiman, así de imperdible.
La historia se centra en cuatro niñitos de lo más particulares con fobias más bien extremas. Madeleine, le tiene fobia a los insectos. Theo a la muerte, Lulu es claustrofóbica y Garrison le tiene miedo al agua.
De los cuatro, mi favorito sin dudarlo es Theo, ¡tan exagerado! Fue realmente hilarante. La familia de Theo tiene que llamarlo cada tantos minutos para que él sepa que están vivos, ve tragedias en todos lados y conoce todo tipo de estadísticas de causas de muertes y accidentes.
"Mi abuela ha muerto, mi madre va camino al hoyo y yo acabo de gastar mi última barrita de sales de olor."
Otros dos personajes que me encantaron fueron Mrs. Wellington, la directora y Schmidty, algo así como el ama de llaves/estilista/cocinero/conserje/etc. del colegio. Son geniales, realmente me hicieron reír mucho. Mrs. Wellington, con sus gatos entrenados y su look estrambótico, ve la vida como si fuera un concurso de belleza y tiene una memoria bastante... fallida. Sus comentarios sobre Schmidty y su franqueza matadora me encantaron:
"No puede oírte está sordo y gordo. Sin embargo la gordura no es la razón de su sordera. Se lo pregunté al médico para asegurarme. Veréis durante un tiempo pareció que la grasa no tenía otro sitio adonde ir más que a sus conductos auditivos. Había rellenado literalmente hasta el último centímetro libre que tenía. Así que asumí, con toda naturalidad, que la grasa le había tapado los oídos."
"¿No esperareis que recuerde el nombre de todos los alumnos? Caramba, pero si hay días en el que no me acuerdo ni del nombre de Schmidty. ¡Justamente la semana pasada lo llamé Harriet! Y, para empeorar las cosas, ¡me respondió! ¡También él pensaba que se llamaba Harriet!"
La trama es predecible, pero es perfecta para el público al que va dirigido (tanto que se lo recomendé a mi mamá para los chicos de su escuela, lo puso en el programa y están súper enganchados con la lectura, ¡les encanta!), tiene muchos guiños y mucho sentido del humor. Además, está muy bueno para que los chicos hablen sobre sus miedos, para que reflexionen sobre eso y, como toquecito de color, al comienzo de cada capítulo pueden encontrar fobias raras, lo que resulta muy atractivo.
Un libro genial para todas las edades, léanlo que van a reírse mucho y pasar un muy buen rato.
"Ya se sabe que nadie es más fuerte que su punto débil."
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