Titulo original: Pure
Autor: Jualianna Baggott
Genero: Ciencia Ficción/Drama
Reseña:
Sol sobre sol sobre sol, una serie de Detonaciones han terminado con el mundo como lo conocemos. Los sobrevivientes se dividen en dos grupos, los puros que lograron salvarse bajo la protección de la Cúpula y los miserables, que quedaron fuera y se fundieron con su entorno.
Pressia está a punto de cumplir los dieciséis y sus opciones se reducen a convertirse en un soldado de la ORS o fugarse y que la den por muerta. Su abuelo está demasiado grave como para sobrevivir por su cuenta si ella se enlista... así que opta por convertirse en una paria en un mundo de parias.
Perdiz siempre tuvo un lugar privilegiado dentro de la Cúpula por ser el hijo de Willux, una de las mentes brillantes detrás del proyecto, y de una santa que murió intentando salvar la vida de miles de miserables durante las Detonaciones. Pero un desliz de su padre le hace sospechar que su madre aun vive y lo ánima a abandonar la seguridad de la Cúpula y a internarse en el mundo grotesco en el que se ha convertido el exterior para encontrarla.
Así, dos destinos totalmente opuestos, se cruzan y se unen por un bien común: desenmascarar los propositos reales de la Cúpula y salvar la vida de lo que queda del mundo.
Mi opinión:
Voy a empezar diciendo que este libro merece que se le preste más atención de la que se le está prestando, y que me resultó totalmente original y destructor. No hay otra palabra, destructor.
El mundo que creó Baggott, es uno de los más enfermizos, grotescos e increíbles que he visto. Las Detonaciones, bombas atómicas, que azotaron al mundo por razones que descubrirán si lo leen, no mataron a todos los que no estaban resguardados, no. Todo sobreviviente se fundió con algo, así que ninguno es 100% humano y es allí dónde radica la diferencia vital entre Puros... y no Puros.
Eso es lo que encontré más fascinante, personas que viven con motores por pechos, con pájaros incrustados en sus espaldas, bebés en sus brazos, ventiladores en sus gargantas, hermanos en sus espaldas. Además, todos han sufrido quemaduras y tienen miles de cicatrices, costuras y piezas de metal en reemplazo de partes perdidas. Es grotesco y espantoso, sin embargo despierta una suerte de fascinación morbosa que nos mantiene enganchados a ese mundo roto.
Nuestra protagonista, Pressia, no es una excepción. Tiene una quemadura en forma de media luna bajo un ojo y, su particularidad más destacable, las Detonaciones la sorprendieron con una muñeca en sus manos y ahora su mano derecha está fusionada a la cabeza de dicha muñeca.
Lo que es bastante creepy.
Me gustó Pressia, y no por su valentía, por su humanidad o por su determinación, aunque son cosas que aprecio en una protagonista. Me gustó porque no es hipócrita y no pretende ser moralmente perfecta, como tantas otras protagonistas que están siempre tratando de hacer lo correcto.
A Pressia le ponen el uniforme del enemigo, y no duda en reconocer que le encanta, tampoco duda en admitir que no le importaría cargarse en todos y vivir en paz en una casa como la de Ingership, que recrea casi a la perfección una del Antes, entre otras cosas que pueden parecer egoístas, sin duda alguna lo son, pero la hacen humana, no perfecta. Me encantó eso.
La historia está narrada en una combinación bastante poco común de tiempo y persona. Tercera persona y presente indicativo, lo que al principio resulta bastante extraño, pero uno se termina acostumbrando. Está narrada desde diferentes puntos de vista, el de Pressia, el de Perdiz, el de Lyda, una amiga de Perdiz dentro de la cúpula, y el de Il Capitano, comandante de ORS. Cosa que tampoco es muy común, tantos puntos de vista diferentes, incluso de personajes secundarios.
Este no es un libro que se lee de una sentada, es una trama compleja, con montones de posturas, montones de conspiraciones, pistas y secretos. Incluso tiene un trasfondo político y religioso, una suerte de crítica. Todo eso entretejido, necesita que lo leas con calma o podes perderte muy fácilmente.
¡Ojo! Que complejo no significa pesado, al contrario, hay mucha acción y desde el comienzo. En un mundo lleno de monstruos, es difícil que no haya un peligro en cada vuelta de página.
El resto de los protagonistas son Bradwell, la cabeza de un movimiento clandestino, se paseaba por el bosque durante las Detonaciones y tiene la espalda llena de pájaros (¡vivos!), es duro, pero tiene un lado blando que resulta encantador.
Perdiz, nuestro Puro. El Puro del titulo, supongo, supongo. Perdiz es la damisela en apuros de esta historia, tiene convicción y tiene valor, pero se ve solo en un mundo totalmente desconocido (que encima ODIA a los puros), así que le es complicado sobrevivir por sí mismo.
Il Capitano, en un principio nos cae mal, porque es el capitán de la ORS y se supone que es el enemigo. Pero este muchacho con su hermano a cuestas (iban en moto cuando las Detonaciones, y ahora tiene que cargar con su hermano pegado a su espalda para siempre) nos roba el cariño y es imposible no terminar sufriendo por él... ellos.
Por último Lyda, la chica que sin saberlo ayuda a Perdiz a escapar de la Cúpula. Lyda lo tiene todo para ser el personaje bobo, la chica linda que nació para ser el ama de casa y la esposa perfecta. Sin embargo, resultó ser uno de los personajes más duros y valientes de la historia, a la que no la supera ninguna situación, a la que no le tiembla la mano a la hora de apretar el gatillo.
Me sorprendió Lyda, me sorprendió gratamente.
Para terminar con esto, dejenme decirles que este es uno de esos libros que nos mantienen preocupados todo el tiempo, que nos hacen sufrir. Tenemos miedo por los personajes el libro entero, y Baggott no tiene ningún problema en hacer nuestros miedos realidad.Además, como está narrado desde diferentes visiones, a veces nos enteramos de cosas que los protagonistas ignoran y ¡te desesperas!
Un libro muy diferente, muy crudo y que merece ser leído.
0 comments:
Post a Comment